miércoles, 18 de agosto de 2010

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Llevo meses atrapado en este mundo. No se lo que hacer. Lo único a lo que me dedico es a observar como cambia todo. En un momento, el mar puede extenderse y atraparme, intenta ahogarme. Y de repente, puede bajar la marea y dejarme en la playa. O puedo encontrar algo a lo que aferrarme en medio de la locura para intentar salvarme.
Este sitio suele ser aburrido cuando no hay movimiento ni tengo que preocuparme de mi supervivencia.
Ahora mismo, estoy sentado en la playa. Estoy viendo el agua. Está tranquila. Las olas vienen y van muy lentamente, con una fuerza casi inapreciable.
De vez en cuando tengo que moverme un poco para que el agua no me moje.
Tengo miedo. Tengo miedo de que la marea vuelva a subir y de ahogarme en el agua. En el fondo del mar que estoy observando, se encuentra la puerta de la locura. Y una vez entre allí, ya es imposible salir. No volvería a ser consciente de mis actos jamás. O quizá sí, y tendría que sufrir en silencio mientras mi cuerpo hace atrocidades y no responde a mis órdenes.

Pero bueno, hoy el mar está tranquilo. Tengo un inmenso espacio para poder hacer lo que quiera. Pero aquí no hay mucho más que hacer.
Creo que por hoy, voy a irme a dormir.
Buenas noches.

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